jueves, 28 de abril de 2011

¿Qué es un territorio?

Apuntes sobre la noción de Territorio: 


(APUNTES DE CINTHIA)
QUÉ ES UN TERRITORIO?
-EL TERRITORIO ES UN ESPACIO CON FORMA DE GOBIERNO.
-ESTÁ OCUPADO POR GENTE...
- ESTÁ DELIMITADO...
-ESPACIO COMPRENDIDO.....
-EN CADA TERRITORIO HAY CULTURAS DIFERENTES...
-ESPACIO ORGANIZADO...
-LÍMITES Y FRONTERAS...
-RANGOS CULTURALES,POLÍTICO...
-PARTE SOCIAL, GEOGRÁFICO (CLIMA, RELIEVE, PAISAJE)

(APUNTES DE FRANCO)
TERRITORIO:
-transindividual
-abstracto-concreto
-soberanía
-identificación
-límites/fronteras
-Mezcla

(LO QUE VIMOS EN CLASE)
-Es un “principio general”, es decir, una noción como la del Tiempo, algo que compartimos todos, que es trans-individual y que es abstracto-concreta. También es una noción que compartimos con los animales.
-El territorio es una delimitación económica-social-geográfica-cultural-política. ¿Qué quiere decir esto?
-Una definición un poco más fácil: podemos decir que un Territorio es un Espacio geográfico constituido o formado por objetos culturales, objetos naturales y acciones (las distintas actividades).
-Poner una marca, por ejemplo, es delimitar un territorio (una bandera, un grafitti, el nombre de un lugar, la construcción de una pared, un puente u otra cosa...).
Hay un lenguaje entonces en todas esas marcas. A qué le prestamos atención cuando llegamos a un lugar que no conocemos?
-La distancia entre dos miembros de una misma especie es un territorio. ¿Qué significa esta definición?: Pensemos en los animales. El territorio como eso que está en disputa (espacio, cosas, otros animales, las hembras, la comida) entre un animal y otro.
-En lenguaje político: el Territorio es un recorte en el espacio en el que se despliega una soberanía. (¿Qué significa soberanía?) (¿Quién manda en un territorio?)
-Para ver las distintas nociones que hay de lo que es un territorio podemos investigar, por ejemplo, cómo lo conciben los pueblos indígenas. Los mapuches, por ejemplo,  dicen que el ser humano es el complemento de la tierra y todo lo que lo rodea, que el ser humano es parte de un territorio y no su dueño. Podemos ver en esa definición de los mapuches cómo cambia el rol del Hombre en el territorio (el hombre como una parte más de él...).

lunes, 25 de abril de 2011

¿Qué es un mapa?



“Es una observación general de los viajeros por todas las partes del mundo que,
preguntado un nativo por el camino que conduzca a cierto lugar,
tomará una varita y dibujará un esquema del camino, añadiendo a veces
ramitas o guijarros para señalar algún punto notable.”

Este rudimentario esquema al que se refiere el cartógrafo Erwin Raisz, al igual que los que hacemos en un papel para indicarle a un amigo dónde está localizada nuestra casa y permitir así que nos visite, son representaciones gráficas de una pequeña parte de la superficie terrestre. Estas representaciones pueden ser consideradas mapas en un sentido muy amplio.
La realización de un mapa tiene como primer objetivo reducir las gigantescas dimensiones de la superficie de la tierra de manera tal que “puedan abarcarse de una mirada”.
Las imágenes que los hombres tienen del mundo y del lugar que habitan cambian históricamente. Estos cambios en la manera de pensar al mundo inciden en la manera de representarlo gráficamente. Así, los mapas también reflejan la época histórica en la que fueron hechos.

Historia de los mapas
El análisis de la historia de los mapas nos permite ver en qué medida se fueron modificando las ideas acerca el mundo en que vivimos y la influencia que ejercieron los diferentes medios tecnológicos sobre la construcción de una imagen del planeta o de porciones de él. A continuación describiremos algunos de los momentos más representativos de esta historia.
Ptolomeo (100 DC - 170 DC ) marcó un momento de esplendor en la cartografía griega. Escribió una famosa obra denominada Geographia. Uno de sus volúmenes, está dedicado a principios teóricos y a las técnicas de proyección.
La cartografía romana, en cambio, respondía a fines eminentemente prácticos, militares y administrativos. En el mapa romano, conocido como Orbis Terrarum, casi la totalidad de la Tierra entonces conocida forma parte del Imperio Romano.
Hacia el año 1300 los mapas comenzaron a perfeccionarse. Aparecieron los portulanos ideados por los marinos de la flota genovesa. Los portulanos representaban casi todos la misma zona: el Mar Mediterráneo y el Mar Negro con exactitud y el océano Atlántico hasta Irlanda, basados en mediciones hechas con brújula. Aunque se conocen algunos portulanos del siglo XVII, este tipo de mapas entró en decadencia ya en el siglo XV.
Entre los siglos XV y XVI la cartografía alcanzó un fuerte desarrollo que es posible vincular con los avances en los conocimientos astronómicos y, fundamentalmente, con la importancia que cobró para los principales reinos europeos la expansión de sus dominios a través de los viajes.
En el año 1507 Martín Waldseemüller confeccionó el primer mapa en el que las Américas (del Norte y del Sur) aparecían, aunque de manera parcial, claramente separadas de Asia. También fue el primero en emplear la palabra América.
Por otra parte, en el siglo XVIII el Estado comenzó a tener participación directa en la confección de mapas para apoyar a los ejércitos nacionales en sus campañas, logrando representaciones muy completas y rigurosas.
A principios del siglo XIX los mapamundi, mapas completos del mundo, tenían precisión en las áreas costeras pero presentaban vacíos al interior de los continentes.
El proceso histórico económico conocido como Revolución Industrial, contribuyó a perfeccionar aún más los mapas debido al desarrollo de las redes de transporte que comenzaban a unir distintos puntos del planeta de forma sistemática. Para poder trazar estas redes era necesario realizar estudios cartográficos.
Ya en el siglo XX el desarrollo de la aeronavegación permitió la aplicación de la fotografía aérea a la cartografía. Esta técnica tuvo gran desarrollo a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Otro factor que contribuye al perfeccionamiento de la cartografía es el desarrollo de la era espacial. En la actualidad gracias a la aplicación de satélites se obtienen imágenes satelitales del mundo. Su lectura resulta mucho más compleja pero la información que proporcionan a quien lo interpreta es más precisa de las que se han alcanzado hasta el momento.

jueves, 14 de abril de 2011

Once: una ciudad dentro de otra (Crónicas Urbanas 2)


El frenético ritmo comercial diurno cambia con la caída del sol, cuando aparece un escenario lleno de basura y marginación


El Once no existe. Balvanera, el barrio formal que lo incluye, tampoco. Entre los porteños, salvo por el catastro y el mercado inmobiliario, nadie piensa en Balvanera cuando habla de Once.
¿Alguien considera la intersección de las avenidas Pueyrredón y Corrientes una esquina de Balvanera? Es "Once" o "Eleven", según el bautismo moderno. Lo otro, lo burocrático, es un capricho, aunque todavía en las crónicas policiales queda mejor decir "Balvanera". Y está bien. Es que esta zona es un no lugar, "no data", de la ciudad.
La presencia independentista de Once se manifiesta a través del clásico frenesí comercial, los personajes prosaicos, las tradicionales colectividades judía y coreana, las más nuevas peruana y boliviana, y hasta el surgimiento del rock nacional, en un baño del ahora coqueto bar La Perla, de Jujuy y Rivadavia.
Sus calles irradian también un profundo dolor. En su relativamente pequeño perímetro (unas 80 manzanas) se produjeron las dos tragedias argentinas más infames de los últimos años: el atentado a la AMIA y el incendio de República Cromagnon. Doscientos setenta y nueve muertos en total. Casi la mitad de los caídos en la Guerra de Malvinas.
Noche. "Estás hablando con el Señor Once... ¿qué querés saber amigo? Yo te llevo..." Así empieza la recorrida nocturna de La Nacion. Un ofrecimiento tentador, pero peligroso. En las inmediaciones de la plaza Miserere, a pesar de las cámaras de seguridad y la frondosa iluminación, moran "los pirañitas", como les dicen los peruanos a las bandas de chicos rateros. "No le des pelota, seguí caminando tranquilo pero andá con cuidado", advierte Sonia, una peruana que todas las noches monta su comercio callejero de ceviche en la esquina de Mitre y Pueyrredón, a 25 pesos el plato.
-¿Cómo es Once de noche?
-Un desastre - dice.
Día. Tres de la tarde de un martes en Lavalle y Larrea. Cualquier cosa que pueda moverse o arrastrarse anda por aquí. Autos, camiones, cartoneros, recolectores de basura, bicicletas, peatones, porteadores de telas en carros... y más porteadores de telas en lo que sea.
"Esto es como Hong Kong o la zona comercial de cualquier otra ciudad grande; muchos vienen a buscar lo que no encuentran en ningún otro lugar... en el Once lo encuentran, si no, no existe", explica Carlos, un comerciante de origen judío. Esta comunidad transformó esta zona de la ciudad en su tierra prometida.
Creció, hizo crecer al resto y mantiene sus tradiciones en una decena de templos, escuelas como el Talpiot, organizaciones -la Sociedad Hebraica y Macabi, entre otras- y comercios de tela y ropa. El aporte sociocultural de los judíos desde Once hacia el resto de la ciudad fue inmenso. Los teatros de la colectividad, como el IFT (Idisher Folks Teatrer), el Corrientes y el Soleil; periódicos y radios; buenos escritores y cineastas surgieron de estas calles. Entre las avenidas Córdoba y Corrientes, y Riobamba y Pueyrredón, los judíos mantienen su epicentro tradicional.
En cambio, desde Corrientes hasta Rivadavia, los letreros en idish cambian por el lenguaje hangui del "Coreatown": el mismo mundo con otros caracteres.
Noche. El Once nocturno es completamente distinto del diurno. Todo el fragor y la locura diaria desaparecen por completo después de las 20. No hay un alma. Cuando los últimos trenes se van de la estación dejan una estela de criaturas de la noche. Los alrededores de la estación son un hueco receptivo de espíritus opacos de cerveza y paco, gente puesta a sobrevivir en la calle, prostitutas que trabajan mal en la plaza, malandras fracasados y trabajadores fatigados que prefieren perder el tren.
Liliana y Néstor Ledezma viven en Perón al 3000. El edificio, estilo antigua vivienda colectiva, podría ser una joya en otro barrio. Aquí es un lugar más, con 43 departamentos que balconean a una galería central con plantas. "El barrio está muy bravo; después de las 22 tenés que cuidarte mucho y es un basural; es como una zona olvidada de la ciudad", dice Liliana, que desde hace 27 años vive en esa casa. Cruzar a pie por el túnel que pasa bajo las vías del Ferrocarril Sarmiento por la calle Jean Jaurès, que comunica con la desaparecida calle Mitre (sepultada por las ruinas de Cromagnon), puede acarrear serios problemas, advierte Liliana.
Día. "Los argentinos me caen mal." Kyung es un comerciante coreano del "South Eleven" -de Corrientes hacia Rivadavia-. Dice que se lleva muy bien con los peruanos y, sobre todo, con los argentinos judíos. Pero no le gustan los porteños. "Son mal educados", confiesa.
Los coreanos llegaron a Once hace décadas, pero comenzaron a hacerse fuertes a partir de los años ochenta. Por aquí las marquesinas de los comercios anuncian sin doble sentido que no hay excusas para la venta. "Lencería la Bomba-Chita"; "hay talles para gordos... y súper gordos"; "Mundo Peluche"; "Adolfo Perchas"; "La Casa de las Fajas"; "Paseo de compras + de 200 locales"; "11 Elefantes...". Según algunos cálculos, hay más de 3300 comercios en Once.
Uno de los cambios comerciales más polémicos de los últimos años fue la instalación de grandes complejos subdivididos en locales tipo La Salada (11 Elefantes). La especialidad son las películas y juegos de PlayStation ilegales y la ropa, más que "de" marca, "con" marcas de manos "esclavas", según dice Carlos. Algunos temen que esta tendencia aliente la informalidad... y los controles.
Por lo pronto, Once desnuda, a simple vista, que muchas cosas comercializadas en otras zonas de la ciudad -ropa de niños, bijouterie, etcétera- provienen de aquí. Y que pueden conseguirse bastante más baratas.
Noche. Alguien espía por la cerradura esperando algo. Esto es Jean Jaurès al 300, a poco de iniciar la travesía hacia el túnel que cruza las vías (la zona hostil, según Liliana Ledezma). Perturba el crujido de unas puertas de madera que amenazan con abrirse en una vivienda antigua de dos pisos. No pasa nada. La calle está tranquila. El túnel despejado, envuelto en hedor a orina. "El paso a nivel de la calle Ecuador, acá a 100 metros, está cerrado desde hace años después de que violaron a una chica", comenta Roberto Enríquez. Unos pilotes clausuran la entrada, donde hay un sillón y una mesa. De la oscuridad más negra de esa cueva urbana surgen las vocesunderground del barrio. "Están hace mucho... qué se la va a hacer... sobreviven." Roberto mira con cierta pena. Al parecer, la política informal de esta parte de la ciudad es que donde ocurre algo trágico, como en este túnel de la calle Ecuador o en Mitre, a la altura de Cromagnon, el paso, el camino, debe cerrarse. Aunque las heridas sigan bien abiertas.
Día. Matías Rothkopf, "ciudadano del Once", afirma que el mejor pollo broaster (plato peruano) de la ciudad se sirve en Leo's. Gastronomía peruana auténtica y abundante. Mirta Benique es la dueña. "Abrimos hace un año y trabajamos mucho con los peruanos y los argentinos; los judíos no vienen porque tienen sus propias comidas y costumbres; son gente buenísima." Mirta resume en un párrafo cómo los peruanos que llegaron en masa al país en las mieles del 1 a 1 terminaron por instalarse definitivamente. Es que muchos de ellos fueron empleados de los judíos y ahora son propietarios de sus comercios.
Final del viaje. Cae la tarde en la esquina de Valentín Gómez y Ecuador. Una familia judía cruza la calle, se saluda con un señor mayor de origen coreano y, de fondo, unos afiches pegados en una pared anuncian el nuevo disco del grupo peruano Hnos Yaipen. Un detalle: el edificio abandonado donde fueron colocados los afiches son los despojos de una de las sucursales del liquidado Banco Patricios. Otro de los hitos de estas tierras sin nombre.

http://www.lanacion.com.ar/1364593

La Perla, Calle 13 (Crónicas Urbanas 1)

sábado, 9 de abril de 2011

Presentándonos...



Nos presentamos a través de una foto y vemos las huellas históricas y sociales de esa imagen:

IGNACIO GAGO: 

Nací el 16 de mayo de 1983, en Buenos Aires, en el barrio de Almagro…
Mis padres recién se habían instalado en Capital, venían de un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Vinieron a la Capital para encontrar otro trabajo…


1983: Todavía faltaban unos meses para el regreso de la democracia en Argentina. Y recién había pasado un año de la Guerra de Malvinas...

Ese año, salía la primera versión de Windows... pero todavía las compus eran una cosa rarísima, muy grandes y complejas, y sólo estaban en los laboratorios y en algunas empresas... Internet, tal como hoy lo conocemos, no existía...
1983, salía campeón Independiente, recién en la última fecha, ganándole 2 a 0 a Racing (que encima ese año descendió a la B).

Empecé primer grado en el 1990, y terminé la secundaria la secundaria en el 2000. Después de la secundaria, cuando no sabía si seguir estudiando o no, mientras buscaba trabajo y andaba sin saber bien qué hacer, se vino la crisis del 2001: las manifestaciones en la calle, los saqueos, los presidentes que renunciaban...

Capaz que eso del 2001 tuvo algo que ver: al año siguiente me decidí a estudiar Sociología en la Universidad de Buenos Aires (terminé la carrera vaaarios años después)...

Al momento de la foto, me encontraba trabajando (no sólo doy clases acá, también hago libros, revistas, e investigo temas relacionados con la sociología -la sociedad, el trabajo, las formas en que la gente se organiza, la política, etc.). Estaba sentado frente a una computadora en la Biblioteca Nacional, que queda cerca de acá -una Institución que funciona en un edificio enorme, lleno de libros y oficinas-.