martes, 9 de agosto de 2011

Consumo


Me cabe ser libre
Yo soy uno de los que se vestían (y lo sigo haciendo) lo mejor posible, para demostrar que podía pasar totalmente desapercibido en la calle ante los ojos de la policía, que siempre están afinados para la portación de cara y de “facha”. Yo quería demostrar que podía ser como cualquier pibe normal o más, quería tener las últimas Nike, el último equipo de la selección, el mejor jean del shopping y si se podía, comer en algún lugar caro, aunque después tenga que volverme loco para conseguir nuevamente la plata que me había patinado. Así de una, corte piola…
Yo era uno de los pibes que con marcas, disfrazaba la pobreza, como si fuese que una pipa o 3 tiras matan el hambre o pagan las cuentas. En mi ignorancia (remarco, "ignorancia" no "estupidez") pensaba que consumir, comprar, tener, gastar, me hacía sentir más importante, que vivir era no parar el ritmo. Cuán equivocado estaba. Hoy veo a muchos de mis amigos, a gente que cree estar afuera del sistema, incluso a parte de mi familia, moverse en el consumismo constante. Incluso yo mismo no puedo dejar de hacerlo. La gente de los barrios pobres, somos los principales consumidores del sistema y el mercado económico. Consumir es comprar y utilizar todo aquello que ofrezca el mercado. Y los pobres, hacemos ricos a los que venden ropa, "para sentir que nosotros también tenemos tal marca". Hacemos ganar plata a todo el que venda algo que pueda hacernos olvidar que somos pobres. Nosotros también podemos "andar bien chetos". Los pobres lamentablemente llenamos de plata hasta a los transas.
Igualmente, tampoco vamos a llorarla. Después de todo está bien piola tener la última casaca de Tévez. Lo que yo creo que debería cambiar no es el consumismo, sino la educación. Los pibes deberíamos aprender, que antes de comprar la casaca de Carlitos, tenemos que comprar el placard para guardarla; que antes de tener resortes en las zapatillas tenemos que tener sillas; que antes de gastar $200 en Mc Donalds, tenemos que llenar la heladera. Tenemos que aprender que la facha, las marcas, no nos hace dejar de ser pobres. Así que rescátense, no sean giles, póngase pillos de que lo único que hacen las corporaciones y las empresas es vender buzones y acá nadie quiere estar engomado, ¿o no?
Al menos a mi no me cabió ni me cabe sentirme preso de nadie. Me cabe ser libre amigo, y si me quiero vestir con algo de marca bien ahí. Y si me pinta ponerme algo de la feria, bien ahí también, porque la ropa no me hace mas piola, ni mas persona. Sabemos que el consumismo jamás dejará de existir. Pero podemos vivir sin ser presos de su sistema.
Esteban, de FA (el As!)
Revista ¿Todo Piola?

No hay comentarios:

Publicar un comentario