Soy Luis Pérez, soy de Constitución y trabajo como chofer de la línea 67. Llegue a ser colectivero luego de una búsqueda de trabajo con poco éxito. Esto me llevo a tener que inventar trabajos que nunca tuve, pero al final pude pasar de lavar los coches a conducirlos, porque vieron mis ganas de trabajar.
Trabajo más de ocho horas diarias, en el contrato solo figura esta cantidad, pero las restantes me las hacen hacer en negro.
Mis jefes exigen mucho el cumplimiento de los horarios por cada vuelta, esto significa un gran esfuerzo físico y metal, causando mucho estrés y cansancio. Si llego atrasado y hasta adelantado me ponen una multa, por ejemplo te hacen quedar en tu casa dos días, pero sin cobrar el sueldo.
Esto lleva a que muchos de nosotros no prestemos atención o simplemente pasemos de largo muchas reglas de tráfico, pero en realidad yo prefiero cumplirlas. Uno de los factores de la actualidad que complican nuestro trabajo es la inseguridad, que lamentablemente la vivimos cualquier habitante.
Con varios de mis compañeros hicimos numerosos reclamos condiciones más dignas de trabajo, como nuestro el sueldo y el horario, pero muy pocas veces tuvimos respuestas favorables. Aún continuamos nuestra lucha por que nos paguen el dinero que nos deben hace meses y bajen a 6 horas nuestro trabajo.
por Grupo 2
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